Arde Bagdad (Anónimo)

Le duele al verso
la posibilidad de un poema de amor.
Perdóname, verso
si estas palabras una a una no juntan
la piedra
donde esculpiste una metáfora
Me duele Bagdad
Los mísiles llegan como colonos y en sus granjas
un cráter
una crisis humanitaria
un osario
una fosa común
un brote de disentería
hablan en correcto inglés.
Dos cuencos de sangre
tiene en alguna parte florecidos Bagdad
son estos ojos que de los mismos
han vuelto a ver los hongos
Los traen y llevan en barcos ocultándose de los faros
Guárdanlos en el aislamiento de su panoplia
y también en la cadena de montaje
Muy alto sobre el desierto ya no la luna
la Bolsa de Comercio
mira come arde en fuego Bagdad
Quiero llevar los niños a casa al fin.
Se volvió un territorio de mi corazón
esta ciudad donde aquellos que mueren
no tardan en llegar a mi puerta
Aldaba terrible puede ser una niña
mutilada
quemada
asesinada
Un río navega sin cesar mi sueño
Un hombre en sus orillas se puso a escribir un relato
A nadie puede parecer extraño esto
Sólo que el escriba que nombro
lo hizo hace cinco mil años
He visto incluso otro tipo de escritura
Escrito en la ojiva la dedicatoria
del monopolio
Y el extranjero por tantos dólares
puede abrazar la ciudad
que nos tiene convertidos en estatuas de sal
Si llueve la sal se resquebraja
a podemos volver a caminar
Llueva entonces sobre los pueblos
no existirían rondas si manos no se buscasen
Este verso me ha dado una orden perentoria
Hago guardia aquí en esta calle de Bagdad
y no haré otra cosa que mirar el cielo
hasta ver aparecer vuestros ojos
corazones
puños.
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